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La presidencia de Jimmy Carter proporcionó una especie de puente entre el final de la era de la Guerra de Vietnam y los primeros años de Reagan. A poco más de un año de su presidencia, en agosto de 1977, Carter preguntó al Congreso hacer ilegal la contratación de extranjeros indocumentados, aumentar la aplicación de la Ley de Normas Laborales Justas, permitir a los extranjeros indocumentados que habían estado en los Estados Unidos desde 1970 como residentes permanentes y crear un nuevo estatus de extranjero residente temporal para los inmigrantes indocumentados que se encontraban en los Estados Unidos antes del 1 de enero de 1977. El esbozo aproximado de la solicitud de Carter se concretó cuando Ronald Reagan firmó la Ley de Reforma y Control Migratorio de 1986, que finalmente otorgó amnistía a alrededor de cuatro millones de inmigrantes que habían estado en el país desde 1982.
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El 17 de marzo de 1980, Carter firmó una Ley de Refugiados, creando la Programa Federal de Reasentamiento de Refugiados para reemplazar la serie de órdenes presidenciales ad-hoc que habían tipificado la política de refugiados de Estados Unidos al tratar con cientos de miles de refugiados del sudeste asiático que llegaron al país después del final de la guerra de Vietnam. El acto aumentó el tope anual para refugiados a 50 mil desde los 17 mil 400 anteriores.
Carter también fue presidente durante el Mariel Boatlift, una migración masiva de cubanos a Estados Unidos entre abril y octubre de 1980. El Boatlift se desencadenó por las malas circunstancias económicas en Cuba aunado a la sorpresiva decisión de Fidel Castro de permitir que cualquier cubano que deseara salir del país lo hiciera. Alrededor de 125 mil cubanos hicieron el viaje a Florida.
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