
En 2020, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) lanzó una nueva aplicación para dispositivos móviles llamada CBP One, que tenía como objetivo agilizar el proceso de asilo para quienes buscan refugio en Estados Unidos. Con la administración de Biden anuncio reciente para expandir CBP One, los defensores de la inmigración tienen preocupaciones planteadas sobre la recopilación de datos de la aplicación y el impacto general en un sistema de asilo ya tensa.
CBP One se desarrolló originalmente en respuesta al creciente número de solicitantes de asilo que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México, con la intención de hacer más eficiente el proceso. La aplicación permite a los solicitantes de asilo presentar sus solicitudes iniciales electrónicamente, lo que reduce la necesidad de entrevistas en persona y documentación en papel. También permite a los solicitantes de asilo verificar el estado de su caso en tiempo real y recibir notificaciones para entrevistas programadas o audiencias judiciales de inmigración.
No obstante, desde su creación, la aplicación ha planteado serias preocupaciones sobre privacidad y accesibilidad entre legisladores y grupos de defensa de la inmigración. Si bien los funcionarios de CBP insisten en que los datos de los usuarios se mantengan seguros con la tecnología de cifrado, muchos defensores de la privacidad han expresado su preocupación de que la aplicación se utilice para recopilar información personal confidencial, como datos de reconocimiento facial y huellas dactilares. La política de privacidad de CBP también establece que cualquier información personal recopilada de los usuarios puede divulgarse en respuesta a una orden judicial o administrativa, o para fines de aplicación de la ley.
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Además de las preocupaciones generales de privacidad, la accesibilidad sigue siendo un tema clave con el uso ampliado de la aplicación, ya que no todos los solicitantes de asilo tienen acceso a un teléfono inteligente o una conexión a Internet confiable. A medida que el programa se expande, la dependencia de una aplicación para dispositivos móviles podría dificultar la navegación por el proceso de asilo para aquellos con recursos financieros limitados.
También ha habido reportes frecuentes de fallas técnicas con la propia app. Algunos usuarios han reportado mensajes de error persistentes, dificultad para cargar documentos y problemas para navegar por la interfaz de la aplicación. En su iteración actual, CBP One también tiene problemas para capturar imágenes de personas con tonos de piel más oscuros (para registrarse en la aplicación, todos los usuarios están obligados a tomar una foto de ellos mismos para su perfil). Los críticos han argumentado que la aplicación no debe usarse hasta que se aborden estos problemas técnicos sistemáticos y se desarrolle una versión más segura.
A pesar de las preocupaciones legítimas sobre la privacidad, accesibilidad y funcionalidad de la aplicación, CBP One sigue en uso y probablemente desempeñará un papel clave en los esfuerzos de la administración Biden para revisar y modernizar el sistema de asilo en dificultades del país.
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