
A medida que la administración Trump avanza con una línea más dura en materia de inmigración, los empleadores de todo el país enfrentan preguntas —y una preocupación cada vez mayor— por parte de los empleados inmigrantes. Para los trabajadores con visas temporales, aquellos que esperan tarjetas verdes y los empleados con familiares en el extranjero, el regreso de una aplicación migratoria más estricta ha llevado a una creciente incertidumbre sobre su futuro en los Estados Unidos.
Las empresas, especialmente en el sector tecnológico, son lucha por responder. Algunos están emitiendo orientación interna, advirtiendo a los empleados sobre visas que no salgan del país. Otros están acentando las consultas legales y las comunicaciones de los empleados. Pero la ansiedad es generalizada, y en muchos lugares de trabajo, está empezando a afectar todo, desde la moral hasta la retención.
Esto es lo que los empleadores necesitan saber y lo que pueden hacer para ayudar.
Creciente preocupación para los trabajadores inmigrantes
Desde el regreso del presidente Trump al cargo, la administración ha mostrado una mayor disposición para restringir la inmigración legal. Si bien no ha habido una revisión formal de los programas de visas de alta calificación, los primeros movimientos han sido suficientes para provocar pánico.
- En marzo de 2025, según se informa, la administración revocó más de 300 visas como parte de una represión contra las amenazas políticas percibidas, incluido el activismo estudiantil.
- Tasas de denegación para visas H-1B se espera que suban, tal como lo hicieron durante el primer mandato de Trump. En 2018, las tasas de denegación para las aplicaciones iniciales H-1B alcanzaron el 15%, frente al 6% en 2015.
- Los equipos legales de las principales empresas tecnológicas están aconsejando a los empleados que no viajen internacionalmente, por temor a que no se les permita regresar a los Estados Unidos, según un Informe del Washington Post.
Quién está sintiendo la presión
Si bien estos temores se están propagando en todas las industrias, ciertos grupos son especialmente vulnerables:
Titulares de Visa H-1B
Estos son los trabajadores que probablemente sean los más afectados por las políticas restrictivas. Decenas de miles Visa H-1B los titulares —muchos de ellos ingenieros, desarrolladores o profesionales médicos— se preguntan ahora si sus visas serán renovadas o si viajar podría poner en peligro sus puestos de trabajo. La mayoría proviene de India, China o Canadá, y muchos están atrapados en atrasos de tarjetas verdes de varios años.
Solicitantes de la Tarjeta Verde
Muchos trabajadores H-1B están en camino a la residencia permanente, pero algunos esperan años o incluso décadas debido a la acumulación de tarjetas verdes. Los nacionales indios se ven afectados de manera desproporcionada.
Estudiantes Internacionales y Recién Graduados
Muchos graduados de universidades estadounidenses confían en Entrenamiento Práctico Opcional (OPT) y esperan hacer la transición a funciones H-1B. Ese oleoducto se siente cada vez más frágil, especialmente cuando la administración Trump considera reglas de endurecimiento en torno a la autorización de trabajo para estudiantes internacionales.
Empleados con familiares en el extranjero
El miedo a estar separado de los seres queridos es real. Si un padre, pareja o hijo vive fuera de los Estados Unidos, un cambio repentino de política o una visa revocada podría significar años de diferencia, o peor aún, una incapacidad para reunirse.
Trabajadores de países de mayoría musulmana
El gobierno tiene visas revocadas de individuos a los que acusa de simpatizar con grupos como Hamas y Hezbolá.
Lo que podría hacer la administración Trump a continuación
Expertos jurídicos y grupos de defensa advertir que la Casa Blanca está sentando las bases para un enfoque más agresivo de la inmigración legal.
Los posibles cambios incluyen:
- Mayores tasas de denegación para renovaciones H-1B y otras visas de trabajo
- Veteo más estricto de las aplicaciones, incluyendo aumento del uso de las redes sociales y la actividad política como criterio de revisión.
- Reversión de protecciones existentes, como autorización automática de trabajo para cónyuges de titulares de visas
- Restricciones de viaje ampliadas, especialmente para aquellos de ciertos países o orígenes religiosos
- Se mueve a eliminar la ciudadanía por derecho de nacimiento, ya sea mediante acciones ejecutivas o impugnaciones legales.
Muchos de estos pasos se intentaron en el primer mandato de Trump. Esta vez, tiene más experiencia y mayor autoridad sobre las agencias federales, y los defensores dicen que su administración podría avanzar más rápido —y ir más lejos.
Qué pueden hacer los empleadores para ayudar
Los empleadores no controlan la política migratoria, pero pueden ser una poderosa fuente de estabilidad, información y protección para sus equipos. Así es como:
1. Comunicarse temprano y con frecuencia
Cuanto más transparentes puedan ser las empresas, más confianza construyen. Los empleadores deben:
- Proporcionar actualizaciones regulares y en lenguaje simple sobre los cambios de inmigración conocidos
- Asegurar a los empleados que sus preocupaciones están siendo escuchadas
- Evite restar importancia o descartar el impacto emocional que la incertidumbre puede tener
Incluso un correo electrónico corto y oportuno de Recursos Humanos puede marcar una gran diferencia: “Sabemos que muchos de ustedes tienen preguntas. Esto es lo que sabemos ahora, y esto es lo que estamos viendo”.
2. Ofrecer Acceso a Ayuda Legal
El apoyo legal no es solo una ayuda, es un salvavidas. Los empleadores pueden:
- Asociarse con bufetes de abogados de inmigración para ofrecer consultas privadas
- Cubrir el costo del procesamiento premium para renovaciones y extensiones de H-1B
- Proporcionar preguntas frecuentes escritas, guías específicas de la compañía o canales dedicados de Slack/Teams para problemas de inmigración
Algunas empresas también ofrecen asesoramiento sobre planificación familiar, ayudando a los trabajadores a entender cómo los próximos cambios de política podrían afectar a los niños nacidos dentro o fuera de Estados Unidos.
3. Revisar las políticas de viaje
Los empleadores deben tener una mirada clara sobre cómo se comunica y maneja la guía de viaje. Eso incluye:
- Asesorar a los empleados titulares de visados sobre los riesgos de los viajes internacionales
- Ofreciendo flexibilidad para quienes cancelan viajes por temor a problemas de reingreso
- Apoyar el trabajo remoto para empleados atrapados en el extranjero mientras esperan decisiones de visa
La planificación proactiva es clave. No espere hasta que un empleado esté varado para averiguar su plan.
4. Apoyar la salud mental
El impacto emocional del estrés migratorio es real. Los empleadores deben:
- Fomentar el uso de programas de asistencia al empleado (EAP)
- Normalizar las conversaciones sobre el miedo, la ansiedad y la incertidumbre
- Capacitar a los gerentes para registrarse, no solo sobre el desempeño laboral, sino sobre cómo se sienten las personas
Un breve y empático uno a uno puede significar todo para un empleado que está silenciosamente en pánico por perder su capacidad de permanecer en el país.
5. Plan para los cambios de política
Por último, las empresas necesitan incorporar la inmigración en su planificación de riesgos a largo plazo. Eso podría incluir:
- Auditar a los actuales titulares de visas y mapear las próximas fechas de vencimiento
- Mantenerse conectado a fuentes confiables de noticias de política de inmigración
- Preparar equipos internos para responder rápidamente si la administración emite nuevas restricciones
La política de inmigración ya no es un tema de fondo, es un problema de continuidad del negocio. Las empresas inteligentes lo están tratando de esa manera.
El resultado final
La economía estadounidense depende de los trabajadores inmigrantes. Muchos de ellos sienten ansiedad, incertidumbre y una creciente sensación de vulnerabilidad. Es posible que los empleadores no puedan cambiar la política federal de inmigración, pero pueden marcar una diferencia significativa en cómo lo experimentan sus empleados inmigrantes.
Eso puede significar ofrecer acceso a ayuda legal, ser transparente sobre los cambios de política, o simplemente crear espacio para que las personas compartan sus preocupaciones. En tiempos de incertidumbre, las acciones pequeñas (comunicación clara, planificación reflexiva y apoyo constante) pueden ser de gran ayuda.
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